Esta es una carta de amor. No, no es una de las típicas
cartas de amor que un enamorado te escribe, ni una de esas cartas en las que el chico que gusta te jura amor eterno.
Esta carta es una carta de amor para mi hermana. Esta carta es para mi negrita,
para la segunda Cristina, para Nicoll.
Hoy hace 15 años deje de ser la hija única para pasar a ser
la hermana mayor. Hoy se cumplió el sueño de toda niña que quiere tener una
amiga las 24 horas de día. Hoy hace 15 años naciste tú y pasamos a ser 2.
Creo que esta historia aun no te la he contado. Es la
historia de cómo me enteré que venías a quitarme el trono de hija única. Tenía 7
años y escuché a mi mamá conversando con la mamita. Yo bien chismosa desde
chiquita, paré la oreja y escuché algo sobre un nacimiento. Cuando pregunté quien
iba a nacer, mi mamá me respondió:
-Un Pollito
-¿Un Pollito? ¿Otro más? ¡Pero si la mamita ya tiene como 5
pollitos!
Luego me di cuenta que la mamá gallina que iba a tener un
pollito era mi mamá.
Las que somos hermanas mayores entenderán cuando digo que
ser la primera hija no es tarea fácil. Además de pasar a compartir todo con otra
persona, sin querer queriendo pasas a ser el ejemplo para la segunda. No sé si
mis hermanos consideran a esta loca un buen ejemplo, pero quiero que sepan que
los amo con todo mi corazón. Sé que tampoco es fácil para ustedes tener una
hermana como yo, pero no se pueden quejar porque sin mi su vida habría sido muy
aburrida.
Veo a mis 2 hermanitas crecer y siento nostalgia. Aun quiero seguir caminando
de la mano como lo hacía cuando eran unas pequeñitas. Recuerdo que para hacer
comer a Nicoll de chiquita, mi mamá me hacía bailar al ritmo de un casete de
Yola Polastri como por 1 hora para entretenerla. También recuerdo las múltiples
veces que hemos dormido las 3 juntas en mi cama de plaza y media. O las veces
que nos hemos quedando viendo películas hindú o de terror en la cama de mi
mamá. Y nuestra última travesura en Perú: sacar la camioneta nueva de mamá sin
placa y yo sin brevete, irnos a Huanchaco y regresar sin espejo.
Quiero que sepan que en cada paso que den yo voy a estar
siempre dispuesta a dar otro con ustedes. Quiero que sepan que cuando algún
chico les rompa el corazón, quiero saberlo para yo irle a romper la cara a él.
Quiero que sepan que son las mejores muñecas con las que pude jugar de niña. ¡Y
les prometo ya no enojarme tanto cuando cojan mis cosas y no las regresen a su
sitio!
Gracias Nicoll por llegar a este mundo y pasar a ser 2.
0 comentarios:
Publicar un comentario