Bueno hace tiempo que no ponía nada sobre fotos y hace meses cuando en Nueva York aun hacía calorcito, le hice una sesión de fotos a mi sobrina preciosa y a mi prima. He estado aprendiendo un poquito más acerca de como editar fotos, elegir tonos y colores, y también a utilizar mejor la cámara y el resultado son las fotos que vienen en este post y que espero que les guste. Ya en otras ocasiones se me había presentado la oportunidad de fotografiar a niños, pero nunca lo hice porque me parecía que necesitaba experiencia y mucha paciencia, especial si soy tan pequeños como Amayah, que en aquel entonces tenía sólo 6 meses. Pero ya que entre familia hay confianza, me atreví.
Siempre he dicho que las fotos tienen que reflejar lo que las personas verdaderamente son, y con esto no quiero decir que no deben posar ni que no se deben arreglar para una sesión de fotos (claro que quiero que todos salgan lindos), a lo que me refiero es que deben ser espontáneos, reír y dar carcajadas a montones. Créame las fotos salen más bonitas si no salen parados como maniquís ni con sonrisas congeladas. En esta sesión en especial, creo que todas las fotos fueron naturales, porque obviamente a una bebé de 6 meses no le puedes obligar a posar, ni mucho menos estresarla porque se pone a llorar y ahí murió el payaso. En la última foto se darán cuenta que cuando Amayah se cansó, puso puchero y ese fue el final de la sesión.
Las fotos me encantaron, aquí en el blog sólo hay algunas de mis favoritas y la calidad no están buena como las originales, pero si quieren ver más pueden dar clic aquí para el Fan Page de Facebook. Me he reído muchísimo con esta traviesa, ahora ya está por cumplir 10 y ya casi camina sola, a ver si para el año hacemos otra sesión con la mamá corriendo detrás de ella.
¡Gracias por pasar por aquí!
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